KABLOONAS

KABLOONAS
Burial of John Franklin. Author: me

KABLOONAS

Kabloonas is the way in which the Inuit who live in the north part of Canada call those who haven´t their same ascendency.

The first time i read this word was in the book "Fatal Passage" by Ken McGoogan, when, as the result of the conversations between John Rae and some inuit, and trying to find any evidence of the ill-fated Sir John Franklin Expedition, some of then mentioned that they watched how some kabloonas walked to die in the proximities of the river Great Fish.

I wish to publish this blog to order and share all those anecdotes that I´ve been finding in the arctic literature about arctic expeditions. My interest began more than 15 years ago reading a little book of my brother about north and south pole expeditions. I began reading almost all the bibliography about Antarctic expeditions and the superknown expeditions of Scott, Amundsen, Shackleton, etc. After I was captured by the Nansen, Nobile and Engineer Andree. But the most disturbing thing in that little book, full of pictures, was the two pages dedicated to the last Franklin expedition of the S.XIX, on that moment I thought that given the time on which this and others expeditions happened, few or any additional information could be obtained about it. I couldn´t imagine that after those two pages It would be a huge iceberg full of stories, unresolved misteries, anecdotes, etc. I believe that this iceberg, on the contrary than others, would continue growing instead melting.



martes, 9 de enero de 2018

LAS TUMBAS OLVIDADAS - SECUESTRO DE INUITS, CAPÍTULO 1

A lo largo de la historia de la exploración polar y la caza de ballenas, los Inuit han sido capturados y alejados de sus lugares de nacimiento por sus lejanos "vecinos" europeos y americanos. Los Balleneros, al igual que expediciones de  exploración polar, secuestraron no solo a cazadores Inuit, sino también a mujeres y niños. A veces apresados intencionadamente por la fuerza y a veces rescatados del mar por razones humanitarias cuando después de haberse alejado de la costa y perdido se encontraban con éstos por casualidad.

Éste, es el primer capítulo de una serie de casos que quiero analizar en mi blog. Quizás, una de las más dramáticas descripciones de tales prácticas que he leído nunca, es la que Nordeskjold hace en su Artículo " Esquimales, antiguos y modernos", que expresa de forma vívida y trágica como se producían este tipo de situaciones a través de un caso particular, sobre el que ya volveré en próximos capítulos. El relato es el siguiente:

  "Sus encuentros siempre terminaban con el asesinato o captura de los pobres nativos, quienes eran apresados para ser mostrados como animales curiosos en Europa. El informe de La Peyere sobre Groenlandia, escrito en 1647, los describe, y cuenta la historia de nueve esquimales que fueron traídos a Dinamarca por diferentes expediciones polares. ¡Pobres esquimales! A menudo miraban hacia el norte, y una vez intentaron escapar en sus embarcaciones, pero una tormenta los arrastró a la costa y algunos campesinos los cogieron y llevaron de vuelta a Copenhagen. Dos de ellos intentaron escapar de nuevo en sus kayaks uno fue capturado y los otros dos que consiguieron escapar murieron ahogados en el mar. El último murió de pena después de su último tercer intento de regresar a Groenlandia en su kayak. se encontraba a treinta o cuarenta millas de la costa cuando fue capturado de nuevo."

Y ésta, desafortunadamente, es una historia que se repite a lo largo del tiempo invariablemente, ya que normalmente no había supervivientes como pronto veremos. Sin llegar al extremo de lo que hemos leído más arriba, los Inuit que llegaban a Europa y no morían intentando escapar, morían como consecuencia de no haberse aclimatado a la insana atmósfera de las ciudades europeas, sus enfermedades, o quizás simplemente, porque no podían soportar la dieta, tan diferente de la suya, que estaban obligados a seguir.

Quizás, uno de los casos mejor documentados, y puede que uno de los primeros, sea el caso de Caligouche (o Kalicho), una mujer llamada Ignorth (o Egnock), y su hijo Nutaaq (o Nutioc), que fueron capturados por Martin Frobisher en 1577. Este hecho ha inspirado algunos artículos y la historia aparece por aquí y por allá por todos lados, por lo que no me entretendré en como sucedieron los hechos en ésta publicación.

Martin Frobisher, marino y pirata del siglo XVI, dirigió tres expediciones al ártico, su primera intención era la de encontrar el mítico pasaje del Noroeste, pero después de tropezarse con la isla de Baffin y con la profunda bahía que actualmente lleva su nombre, se concentró de forma obsesiva en su exploración y en la posibilidad de explotar los tesoros imaginarios que él pensaba que aquel lugar escondía, y se olvidó del pasaje del Noroeste. Fue en el transcurso de aquellas expediciones cuando contactó con las tribus Inuit locales que vivían allí.

Su primer contacto, fue durante la expedición de 1576 a la bahía de Baffin, cuando dentro de la bahía Frobisher, en la isla Burche, encontró algunos Inuit a los que pidieron ayuda para que les guiaran por aquellas extrañas costas. Frobisher envió a cinco hombres para negociar con ellos pero fueron supuestamente tomados como prisioneros. Frobisher apresó a uno de los Inuit a los que inicialmente había pedido ayuda y partió de  regreso a Inglaterra con él y sin sus hombres.

Este hombre fue llevado a Inglaterra y llegó a Lóndres donde apenas tres semanas después de desembarcar murió. Como se dice en el artículo "Los Esquimales de Frobisher en Inglaterra" de un resfriado que pilló en el mar. Fue retratado Post Mortem por Cornelius Ketel (no he podido encontrar este retrato en particular porque es también parte de la colección perdida de cuadros de Ketel). Su cuerpo fue embalsamado, aparentemente con la intención incial de enviarlo de vuelta a su país. También se le hizo supuestamente una máscara funeraria de cera que tampoco se conserva. Sin embargo, su cadáver nunca llegó a la isla de Baffin, sino que fue enterrado en Hart street, Londres, en el cementerio de la iglesia de  St. Olave's, que se encuentra ubicado tras de la siniestra puerta que está macábramente decorada con tres calaveras sonrientes.

Al año siguiente, Frobisher volvió a Frobisher Bay y como resultado de sus enfrentamientos con las tribus de la zona, en parte debidos a su insistencia por recuperar a sus hombres desaparecidos el año anterior, acabó apresando a los Caliguche, Ignorth y Nutaaq. Los tres Inuit fueron retratados de una manera exquisita por varios buenos artistas de la época, como John White y Cornelis Ketel, autor de varias pinturas que mostraban a los tres vestidos con sus originales ropas Inuit, con ropa occidental y también desnudos, aunque al igual que el retrato del primer Inuit secuestrado, ninguna se conserva. Los retratos que si se conservan son los de John White que se encuentran en el British Museum. Son muestras, que casi como fotografías, muestran como vestían y estaban armados los Inuit del siglo XVI de la isla de Baffin

Kalicho, Ignorth and Nutaaq by John White

Por desgracia, los tres cautivos murieron uno a uno por diferentes circunstancias. Caliguche como resultado de las heridas recibidas durante su apresamiento, Ignorth como consecuencia de una enfermedad adquirida en Inglaterra y el bebé Nutaaq, de un año y medio, como resultado de una herida de bala recibida en un brazo también durante su captura. Los dos adultos murieron en Bristol y el bebé en Londres. Se realizó la autopsia de los cuerpos de Caligouche y de Ignorth antes de ser enterrados en la iglesia de St Stephen de Bristol en noviembre de 1577. Nutaaq, el pequeño que murió tiempo después en Londres, de camino hacia un encuentro programado con la reina Isabel que ardía de curiosidad por ver aquella rareza,  fue enterrado en la iglesia de St Olave antes de que tal evento se produjera.

Ésta iglesia en particular, es un superviviente en si misma, una rara antigualla que sobrevivió al gran fuego de 1666 y a los bombardeos de Londres de 1941. Hoy en día, está sitiada por edificios altos y ajetreadas calles. Ahora, ¿Quien sabe que queda del cementerio y si los cuerpos de éste pobre hombre y de Nutaaq están allí todavía y no fueron violentamente exhumados a causa de las bombas alemanas arrojadas durante la segunda guerra mundial?. No hay registro de estos dos enterramientos en la iglesia, ni lápida que indique que sus huesos todavía se hallan allí.

St Olave´s church, London
Sin embargo, hay placas en estas iglesias que hacen honor a gente importante de la época, de hecho, la iglesia de St Olave era en aquellos tiempos un lugar muy honorable donde ser enterrado, a pesar del hecho de que también es el lugar de enterramiento de un personaje ficticio como Mamá pato.

La iglesia de St Stephen de Bristol, que en aquella época estaba muy bien situada a la orilla de un río, también era un lugar de cierta importancia que fue testigo de la partida de muchos barcos mercantes. 

De manera que parece que los Inuit secuestrados, realmente fueron tratados con grandes honores en el momento de su viaje final, algo que subraya el hecho de que, aunque no fueran cristianos, y de forma inusual para aquella época, existiera un registro de los dos enterramientos que se hicieron en la iglesia de StStephen. El registro dice los siguiente:

"Collichang, un hombre pagano (no creyente) enterrado el 8 de noviembre. Egnock, una mujer pagana (no creyente) enterrada el 13 de noviembre".

En la iglesia de St Stephen también hay una lápida que marca el lugar de enterramiento.  La lápida dice lo siguiente

"Where rest ...two In... (inuit? Indians? Inuk?) kidnapped from Baffin Island (?)"


"Donde descansan ...dos ..In... (Inuit, Indios, Inuk?) secuestrados en la isla de Baffin (?)"

http://www.drawingexchange.org/the-graveyard-tours/graveyard-exchanges/

Es dificil conseguir una lectura clara de lo que está grabado en esa lápida, pero al menos podemos ver claramente la palabra "secuestrados" en ella, lo cual, parece pagar de alguna manera la deuda. Al menos, figura como un último tributo a estas dos personas, como una especie de reconocimiento que  quiso mostrar a cualquier visitante casual que los hechos que los trajeron a Inglaterra y a tan prematura muerte, no fueron gestos nobles en absoluto. Por otro lado, si la lápida es contemporánea de los enterramientos, la palabra Inuit o Inuk, la cual he creído leer sería anacrónica, ya que ese término no se empezó a usar para refirerse a los nativos de Groenlandia y del norte de América hasta mucho tiempo después. Quizás algún alma generosa decidió colocar esta lápida mucho mas tarde, o quizás, dado que el lugar de donde proviene, es una página web de artistas, no sea más que el producto de la imaginación de alguno de ellos. En cualquier caso, me encantaría que alguien que viviese por las cercanías de Bristol pueda enviarme una mejor imagen de esa lápida si es que existe.

Pero no hay todavía lápidas o placas en StOlave, al menos no que yo conozca ni haya encontrado en Internet. En el artículo "Los esquimales de Frobisher", referenciado más abajo, la decisión de enterrar al niño y al primer hombre secuestrado se puede encontrar en el siguiente pasaje:

"Fue elegida para los esquimales porque está dedicada al Noruego Olaf Haraldsson, quien fue convertido al Cristianismo en el siglo XI, ¿se pensó que era adecuado para albergar los paganos huesos árticos? La cuestión es intrigante"

Por alguna razón, hoy en día, no encontramos ninguna simple mención a estas tres pobres almas en casi ninguna referencia que encontramos en Internet de ambas iglesias, StStephen en Bristol y StOlave en Londres. No hay memoriales, placas ni nada que de forma sustancial muestre que se cometió una injusticia y que las silenciosas víctimas de ella, aún yacen ahí.

Quizás, la razón simplemente recae en el hecho de que ha pasado demasiado tiempo  desde que ocurrió todo y desde que fueron enterrados allí, o peor, puede que ahora a nadie le importe. Quizás solo han sido olvidados y el último reducto que llama nuestra atención sobre sus respectivos lugares de descanso es el link que nos conduce a la lápida que (si no es una ficción) se haya en StStephen, y también en aquellos artículos que hablan de la loca cruzada de Frobisher en pos de su Dorado imaginario, donde ocasionalmente se mencionan sus tumbas.

Puede que Caliguche, Ignorth y Nutaaq, y aquel otro pobre hombre cuyo nombre no se ha conservado, no sean recordados de forma apropiada en sus actuales lugares de enterramiento, pero mientras y en su lugar, hasta que se haga algo para remediar esta situación, les rendiré homenaje en mi mapa de localización de monumentos polares ubicando el lugar donde ahora se encuentran, con la esperanza de que algún ocasional visitante a este inventario, visite alguna vez respetuosamente estas iglesias para pensar en ellos, y quien sabe, quizás también para localizar exactamente sus tumbas y marcarlas como realmente se merecen.

Referencias: 

Frobisher Eskimos in england
The death of an Inuit man in England 
A chronological outline history of Bristol
A collection of documents of Spitzbergen and Greenland
Bristol Polar Adventures

Roanoke: Solving the Mystery of the Lost Colony



lunes, 8 de enero de 2018

DEAD RECKONING, THROUGH THE DARK SIDE OF THE NORTHWEST PASSAGE

This is not the first time that this happens to me with a Ken McGoogan´s book. I have read Dead Reckoning again in a record time. In this occassion, Ken makes you run fast through the history of the northwest passage in the same way you would cross it while sailing a small and light vessel. Fast yes, but not that fast as  not for having enough time to stop in some of his bays and islets to unbury old legends, Inuit people who sometimes with their lives, helped to forge not the last link of the passage, but almost all of it. 



I remember Parry said once, during his first expedition as commander,  that to get through the middle ice of the Baffin bay you would need heavy ships, as the ones he was commanding, in order to beat the thick ice that usually covers that part of the bay. However, Amundsen demonstrated, almost one hundred years later, the contrary when he accomplished the whole crossing of the passage with his small and maneuverable ship Gjoa. Dead Reckoning, the small yacht with which Ken makes us travel at an amazing speed, will also allow us to get into tortuous corners of the history of the passage to rescue the credit, sometimes forgotten or not enough watered, of the native heroes which actually made a big part of the discovery possible. 

Dead Reckoning is a quick way to approach to the story of the Northwest Passage from a different point of view. There are many and very good books which tell the story in a very detailed way, like the impressive "Arctic Labyrinth" or  the very famous "The Arctic Grail" but in the former you can´t read any of those Inuit names Ken mentions in his book, and in the latter, though some of these appear, they don´t occupy prominent places in the chapters they become visible and of course don´t get any recognition for the role they played. A role which has been crucial even till today, as many of you know, when thanks to the Inuit testimony, Terror was finally found saving the searchers tons of money and human effort.

Apart of what has been mentioned above, which forms the keel of the book I have been pleasently surprised when while reading Ken´s book I have discovered a "never seen before for me" new portrait of someone who I won´t mention here (Everybody who knows me well is aware of my obsession to put faces to the names of the explorers and characters of who I have read their achievements). So the finding of this one really amazed and delighted me.

This of course, wouldn´t be a good Ken´s book about the northwest passage, without rising the topic of the controversy about who actually discovered the last link of it, Franklin or Rae, all seasoned with Lady Jane´s crusade to clean his husband hands of the blood of the men cannibalised during the awful retreat we all know.

If you ask me, I vote for Rae and agree with the fact that dead people can discover anything for the simple fact that they can´t convey the message with the news. However, a very different thing in my opinion, would be if, in the sunken ships or under a destroyed cairn,  the searchers ultimately find a map with that last link  drawn and perfectly recognizable...

Dead Reckoning is definitely a book which should decorate your polar bookselves, not only because its design and cover are really beautiful, but also because it will give you the necessary new point of view this story has longer needed.

To finish, I would say that the story of the northwest passage has been told many times, sometimes better sometimes worse, what is left then? Is there any need for another book about this topic? In my opinion the answer is yes. We do need a book written by an Inuit historian, a book which will tell us what happened in those desolated islands and channels of water through the eyes of those who actually made it possible, told by those who have lived and still live there and will live there forever. A story which first stone has clearly been Dead Reckoning but which must be detailed further, dressed by the proper background of customs, traditions, feelings and beliefs which only an inhabitant of those lands could supply us in an accurate and credible way. A story told by those whose future is at dire straits for what is coming slowly like a smooth tide, slow but relentlessly... for their good, I wish. 

Dead reckoning has wonderfuly made our mouths water yes but, I want more!